Mira por donde buscando la palabra curasan en google, resulta que es lo mismo que cruasán. Pues bien, este que nos ocupa es rico en fibra. Está cocinado a fuego lento pero contundente, lo que le otorga un sabor uniforme, con matices que sólo sabrán encontrar los paladares más avezados en estos derroteros post-loquesea, cercanos al hardcore. Quizás este es el mayor pecado de estas once canciones, que necesitan de muchas escuchas para ir conociéndolas, diferenciándolas y disfrutándolas. Pero una vez hecho el trabajo, tus jugos gástricos te lo agradecerán. Paladearás como esa guitarra eléctrica sin ninguna distorsión sobrevuela los temas, saborearás las repeticiones con las que juegan, degustarás el buen hacer de la sección rítmica y hasta podrás reposar para hacer una buena digestión en los pasajes menos nerviosos que van apareciendo. Además el envoltorio del vinilo es de los más sugerentes que me he echado en cara últimamente, a lo que hay que sumarle que viene con código de descarga, unas postales y bolsa de tela. Igual no es un nutriente estrictamente necesario para tu vida, pero la satisfacción que te da es muchísimo mas que suficiente.
Este es el primer LP del grupo después de un par de maquetas. Según los créditos, Curasan son cuatro que usan instrumentos post-clásicos, y que en esta ocasión han contado con la ayuda de Nico y Hoctor.
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