jueves, 13 de noviembre de 2014

Cancer Moon - Moor Room (Radiation Records 1994)

Miguel en la habitación del páramo
Hoy toca Artista Invitado, nuestra querida sección en la que damos la tabarra a un músico hasta que nos dice que sí, luego le proponemos una serie de discos a los que pensamos que no se podrá resistir, y como nunca acertamos, luego él nos propone otros, hasta llegar a un acuerdo. Después, cada uno se pone a escribir por su cuenta sobre el mismo, y llegado el día, publicamos los dos textos juntitos para que queden plasmadas las sensaciones de los dos, que igual se complementan que se contradicen.
Bueno, pues hoy ha accedido a nuestra petición Miguel Castro, musico, entre otras cosas, que milita actualmente en Hacía Las Rocas Imantadas, colectivo de artistas abierto, del que ahora también forman parte David Bailón y María Muñoz, cuyas actividades transcienden el concepto clásico de banda de música. Hasta ahora han editado dos Ep's, disponibles en su bandcamp, Noray EP y aNИa EP, de los que parece que pronto habrá una edición física. Este último surge inspirado por la novela Después De La Tormenta del propio David.
Anteriormente anduvo haciendo cosas bajo el nombre de Chinese Vintage Guitar junto a su amigo Carlos A. C. Parece que grabaron unos cuantos Ep's, y actualmente algunas de sus canciones se pueden escuchar via bandcamp agrupadas bajo el título de Summer Songs. Están datadas en 2010. Si retrocedemos algo mas en el tiempo aparece Leni Vor, proyecto que compartió con Sarah Vacher y del que recientemente también se pueden escuchar algunos temas en su bandcamp, esta vez con el título de La Cara Oculta De Leni Vor. Fue en 2005 cuando con este proyecto editaron el EP La Vida Futura, compartido con The Electric Butterflies y licenciado por el sello peruano Super Space Records, que se puede escuchar en el correspondiente bandcamp del sello.
Proyectos anteriores aún en el tiempo, de los que no hay rastro en la red y que seguramente sirvieron de escuela, fueron The Antitertulians, genial nombre, y Burton.
Pues bien, a Miguel le propusimos hacer esta sección con Alas Sobre El Mundo de El Aviador Dro o con Defectos Especiales de Minuit Polonia, y aunque no fueron rechazadas de pleno, nos puso sobre la mesa Los Bichos... In Bitter Pink y este Moor Room de Cancer Moon, que finalmente ha sido el elegido. Vamos a por él.

Miguel dice:
Mi primer contacto, con este disco (a mucha distancia) fue a principios de 1995. “Moor Room” conseguía ser mejor álbum nacional del año 1994 en ROCKDELUX junto con “Un soplo en el corazón” de Family. Debo reconocer, no sin avergonzarme, que a esas edades estaba más interesado en otro tipo de música y puede ser que la carrera universitaria y el Brit Pop ocupara mucho más tiempo en mi vida, por lo que no le presté la suficiente atención a Cancer Moon.
No obstante, desde ese primer encuentro tengo que decir que había algo en esa portada que me fascinaba. Me producía una sensación extraña y desconcertante. Como de esas veces en las que no puedes apartar la mirada de algo. Sin ni siquiera escuchar su música, me imaginaba un amplificador que hubiese estallado al no poder aguantar el sonido único e irrepetible de esta banda.
Años después, “Moor Room” ocupó el puesto 11 entre los mejores discos españoles de la década de los 90 en un especial que esta misma revista publicaba. Fue por tanto una segunda oportunidad para re-descubrir a Cancer Moon y su música.
Por aquellos año era bastante menos fácil que hoy en día acceder a música de este tipo, más minoritaria, lo que seguramente le daba un valor añadido y un cariño especial a cada escucha, y gracias a un amigo, que pudo conseguir el disco, pude por fin escucharlo finalmente en su totalidad.
La primera escucha me dejó un poco atónito. Por una parte a primera vista parecía una música simple, rock en estado puro, aunque temas como “Stone of Head” me decían a gritos que era uno de esos discos que necesitan varias re-lecturas para poder acceder a sus secretos mejor guardados. Era además un estilo de música poco acostumbrado a darse por estos territorios, cantada en inglés, quizá algo cercano a la música americana en algunos casos como en Risin’ con ese punteo de guitarra, ese sampler con conversaciones que se repetían durante la canción, y que por aquel entonces resultaba habitual por ejemplo en los discos de Migala. Seguía siendo fascinación y extrañeza casi en la misma medida.
La escucha cada vez mayor de grupos como The Velvet Underground, The Stooges, Spacemen 3 o Sonic Youth realizaron sus correspondientes labores pedagógicas con el disco de Cancer Moon. La actitud de Josetxo Anitua ante el micro en alguno de los vídeos que hay circulando por Internet me recordaban también a Ian Curtis de Joy Division. Todo ello me fue dando pistas sobre quienes eran Cancer Moon y de la magnitud y el valor que tenía toda su obra y en especial su último disco. Aunque debo decir que no ha sido hasta hoy en día, al brindarme Alfredo esta oportunidad de hablar sobre este disco, desgraciadamente olvidado durante estos últimos años, cuando al volver a escucharlo caí rendido a sus pies.
Los primeros acordes de I’m head down mezclado con la voz de Anitua son ya un clásico de la música española así como los desgarradores guitarrazos en Daniel Boone, los ecos de Spacemen 3 o The Stooges que resuenan en temas como Girls hangin’ round o Sweet, sweet cake, el clasicismo pop-rock de Caster, el fantasma de Lou Reed cabalgando a lomos de los riff de Lie y por su puesto la enorme Stone of Head, mi favorita, que vuelve a reaparecer al final del disco en Blue Sky, y que desde luego abría la puerta a un nuevo sonido para el grupo.

Alfredo dice:
A finales de 1994 el veredicto del Rockdelux fue trono compartido entre Un Soplo En El Corazón de Family y Moor Room de Cancer Moon. Bien, ninguna pega, aunque a lo que ha ocurrido después si le pongo unas cuantas. En los años sucesivos el disco de Family se ha reeditado en CD y en vinilo, también se editó en 2003 un homenaje en el que cada grupo versionaba una de las canciones del disco y hace poco otro parecido pero solo con artistas de Elefant Records, y encima no ha parado de aparecer en el millón de listas que se han hecho desde entonces, de los mejores discos de la década, del siglo, del milenio, de los últimos 30 años, de los discos editados en años impares y de lo que sea. En cambio Moor Room ahí se quedó, sumiéndose poco a poco en el olvido colectivo. Grave injusticia. Seguramente que Radiation Records echase el cierre poco después de editarlo no ha ayudado, ni que Jose Anitua volviese a la actividad musical más de 10 años después de finiquitado el grupo con una propuesta tan extrema, y a la que menos gente aun prestó atención, como Josetxo Grieta.
Cancer Moon debutó en 1990, cuando los entendidos ya habían dado por muertos a todos los hijos de la Movida pero todavía nadie se atrevía a hablar de una nueva explosión independiente. Ese mismo año también participaron en The Worst Around, disco compartido con Los Bichos, La Secta y La Perrera, y que debería ser tan mítico como el que en su día compartieron Kortatu, Cicatriz, Jotakie y Kontuz Hi!
Luego, a la vez que despachaban su segundo disco, convivieron con lo del noise-pop pero en trayectorias paralelas, el público de Los Planetas nunca se cruzó con ellos, Cancer Moon eran mas viejos... y mas bestias, y más profesionales y creo que no les gustaba reírle la gracia a nadie. En 1992 ya llevaban dos grandes discos a sus espaldas pero nadie presagiaba lo que estaba por venir. A lo largo del 93 fueron dando pistas, primero incluyeron el tema Lurker en el recopilatorio Navidades Furiosas, pura sensibilidad en familia, desnuda de la electricidad a que nos tenían acostumbrados, para la ocasión la madre de Yon tocó el acordeón con ellos. Luego grabaron y distribuyeron por su cuenta las TV Tapes, maqueta-lluvia-de-ideas que nos mostraba a un grupo con la inspiración en vena y sin limites en su andadura por los caminos de la electricidad, las guitarras arrastradas, la repetición y el lado más obsesivo de la psicodelia. Y por último, cedieron un par de canciones, I'm Head Down y Wolf Of Cool, a Goo Records que fueron editadas en un single que sirvió de anticipo de este disco. Tres movimientos que sólo podían desembocar en un disco sublime como este.
Con todo lo aprendido en el camino y sin necesidad de rendir cuentas a nada ni a nadie, en esta ocasión deciden dejar brillar las canciones, sin esconderlas todas debajo de las capas de electricidad a las que nos tenían acostumbrado, que sí están bien presentes en Stupid Pumpgirl e In A Hurry, las más feroces del disco. Además la sinuosa voz de Josetxo canta mas suelta que nunca sin perder nada de su expresividad.
En I'm Head Down, Caster y Lie las guitarras eléctricas comparten protagonismo con las acústicas, quedando mas a la vista sus entrañas de perfectas composiciones de melodías dañinas. Y entre excelentes canciones de rock crudo como Girls Hangin' Round y Wolf Of Cool, en el disco también hay hueco para mas cositas, un par de propuestas extraídas de las mencionadas TV Tapes, hipnótica Risin' y sedante Blue Sky, y, pasado el ecuador del disco, para Stone Of Head, otro mundo que uno no sabe muy bien donde ubicar, quizás cerca de la mencionada Lurker, que desconcierta con tan desolada belleza.
Volviendo al principio, quizás Un Soplo En El Corazón escuchado ya de mayor te pueda conseguir emocionar apelando a los recuerdos de cuando eras joven y tenías dudas y el amor te atormentaba, pero Moor Room, a mi, me sigue estremeciendo y escalofriando aquí y ahora, como el primer día.
En esta ocasión Cancer Moon fueron Jose Anitua y Yon Zamarripa, que contaron con la ayuda de Javi Letamendia, Charlie Solano, E. Basterra "Baxter", Bernardo Vázquez, Niko, Carlos Zubiaga y Arturo García para construir esta maravilla.

Miguel quiere que escuches Stone Of Head.



Alfredo quiere que escuches Sweet, Sweet Cake.

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