lunes, 14 de marzo de 2016

Javier Colis - Luna De Agosto (Por Caridad Producciones 1997)

Por lo menos diez o doce años esperó Javier Colis desde su entrada en esto de la música para presentarnos el primer disco a su nombre, y esto pese a que siempre había asumido labores compositivas en todos los proyectos en los que estuvo involucrado durante este tiempo. Estaba entretenido, primero entre Vamos A Morir y Demonios Tus Ojos, y luego con Mil Dolores Pequeños y el sello Por Caridad Producciones.
Es cierto que en 1994 se había atrevido a aportar la canción Preludio Y La Banda Borracha al recopilatorio Noise Club Uno, pero este disco, su estreno, no llegó hasta unos años después.
En Luna De Agosto él mismo se encarga de la voz, la guitarra, el piano y los secuenciadores, pero no duda en recurrir a los amigos que tiene cerca para que le ayuden a dar forma a las doce canciones que lo integran. Aquí están Ajo y Javier Piñango, sus dos compañeros en Mil Dolores Pequeños, con los que el año anterior había editado el tercer trabajo del grupo, Madrid Capone. Según los créditos, Ajo se encarga de los coros, que casi viene a ser una segunda voz omnipresente en la mayoría de los temas cantados, y el señor Piñango maneja el sintetizador en tres temas del disco y junto con el propio Javier se encarga de las labores de producción. Completa la formación su hermano Nacho Colis, quien también había formado parte de Demonios Tus Ojos y Vamos A Morir, para ocuparse de la batería.
La portada parece enunciar un contradictorio jeroglífico, por un lado está esa bola del mundo separada de su soporte-eje de rotación, que ahora hace las veces de portajamón para lo que yo creo que es, quizás impulsado por la militancia antiprohibicionista de los participantes en la grabación, un considerable trozo de hachís, pero que igual es una morcilla. Sea como sea, parece advertirnos de que si traspasamos el umbral las cosas no siempre van a girar como en el mundo en que vivimos. Pero por otro lado está el manojo de llaves insertadas en el llavero-raspa de pez, lo que me hace pensar que son las que abren todas las estancias de El Laboratorio Del Pez, centro de operaciones del sello Por Caridad Producciones, y me sugiere que estamos siendo invitados a explorar el mundo de Javier y que se nos va a mostrar sin tratar de ocultar nada. Yo, que nunca tuve problemas de vértigo ni mareos, decidí entrar. Y tardé mucho en querer salir.
La guitarra de Javier es la que nos guía por estas canciones, es la que manda, pero no es la protagonista absoluta, más bien reparte el juego, subraya y apostilla, se mueve inquieta repitiendo sus afiladas secuencias de notas, que igual nacieron entre viejos blues, pero que desde hace mucho se desviaron por un tortuoso camino por el que se contaminaron de intuición, delirio y reflexión.
Suena misterioso, casi como un gozne oxidado, el comienzo del tema que abre el disco, Intro - La Caverna, que pronto deja paso a esa cámara hiperbárica hecha canción que es She's Another Season, en la que batería y sintetizador nos aprietan las juntas con la complicidad de las seis cuerdas. Luego la tensión se reduce, ahí están las narcóticas Going Home y I'm So Tired, el pop de apuntes jazzisticos de A New Chance, el humor veloz y patafísico de Pánico En PCP (Y Risas), y otras virguerías como Underground, que completan el recorrido hasta llegar al tramo final, estupenda Sin Aliento, y a esa especie de canción para insomnes felices que es Luna De Agosto.
A destacar también las letras, cargada de frases o estrofas gemelas, de similar sonoridad, casi despojadas de adjetivos y nexos, concisas y de gran facultad de sugerencia, pero sin ornamento que valga. Ultraísmo, creo que lo llaman.
El disco está reeditado por la netlabel Bestiar, al igual que las dos grabaciones de Vamos A Morir, así que ya saben ustedes donde buscar si quieren disfrutar de la luna del grano en toda su extensión y esplendor.




miércoles, 9 de marzo de 2016

Les Rauchen Verboten - Les Rauchen Verboten (Clifford Records 2011)

Desde su aparición en Editor De Sueños, Jesús Alonso se ha convertido en el batería oficial de la banda de Corcobado, y como tal ha participado en todas las grabaciones que han venido después. Echando cuentas, son ya diez los años que lleva al lado de Javier, aunque este tiempo le ha dado para mucho más. Se puede rastrear, sin mucho esfuerzo, su nombre en discos de Justo Bagüeste, Sefronia y Cartografía Del Ruido. Por otro lado, durante esta década se le ha podido ver como miembro fijo de Alondra Satori, Leone y Les Rauchen Verboten. Además, últimamente también acompaña las apariciones en directo de Erizonte.
Algunas de las bandas mencionadas anteriormente, concretamente Alondra Satori y Sefronia, también contaban con la guitarra de A. L. Guillén, dueño de una extensa discografia en solitario desde mediados o finales de los noventa, y embarcado en otros mil proyectos como el quinteto Almayate y la dirección de la netlabel Gruppo Ungido.
A finales de la década pasada ambos músicos encuentran tiempo para enzarzarse en largas sesiones de improvisación que acaban siendo el germen de Les Rauchen Verboten. El material obtenido de estas sesiones entusiasma a Justo Bagüeste, que se une a ellos para acabar de dar forma al trío. Así la formación del grupo en este debut queda con Jesús a la bateria, A. L. a la guitarra y moog Lp, y Justo a los saxos.
Da la impresión de que al comienzo de Penetration, el tema que abre el disco, estén intentando romper nuestras defensas a fuerza de taladrar, y aunque parezca que en ocasiones la broca patina sobre el parietal, en dos o tres minutos ya han dado cierta estructura a la pieza y nuestro cráneo queda listo para pasar a golpes por la cadena de montaje hasta la siguiente fase, en la que nos inyectan una carga de electricidad de creciente intensidad y mas golpes, hasta acabar en un sonoro centrifugado para limpiar esquirlas. Ya podemos enfrentarnos a lo que se nos viene encima.
El proceso industrial y la libertad del artesano, la cadena de montaje y la imaginación sin límites se dan la mano. Los fallos, las taras, como parte indispensable del proceso, como fruto del error de la máquina, y la imprevisibilidad del humano como origen de nuevos cánones de belleza están presentes en estas seis composiciones. La brutalidad del remache y la suave fruición del papel de lija del doble cero crean y modelan estas canciones hechas de jazz y dolor, de rock, improvisación y tribalismo industrial.
Les Rauchen Verboten vapulean al rock para volverlo a hacer peligroso y sucio, adictivo y sorprendente. Este disco, que descubrí no hace tanto, es perfecto para añadir un vértice más a lo que yo llamaba a principios de década "el nuevo triangulo de la salvación del rock en este país", y que para mí definían hasta ahora Billy Bao, Telephone Rouges y The Murders In The Rue Morgue.
Infinitos minutos, la cara B del vinilo cierra el surco sin que la aguja llegue nunca a volver a su punto de origen, para recuperar la fe en el rocanrol como arma para sublevar, y sublimar, conciencias y desestimar lo establecido. No cuenten con que ningún creativo intente vender vaqueros de marca para adoctrinados rebeldes con lo que aquí suena, no hay engranaje capitalista que pueda con este disco.
Finalizado el proceso al que hemos sido sometidos solo nos queda afirmar que la abrasión y el placer son absolutamente compatibles.

lunes, 7 de marzo de 2016

Corcobado - Editor De Sueños (GASA / Astro Discos 2006)

Después de cuatro años en México, Javier Corcobado decide volver a España y se instala en una pequeña localidad de Nijar, provincia de Almería, de nombre Los Albaricoques. Según la Wikipedia, en la actualidad este lugar alberga a 252 habitantes, pero no es este el dato más importante. Esta pedanía fue uno de los escenarios que contribuyó a convertir la provincia de Almería en ese gran plató cinematográfico natural durante los años sesenta y setenta. En sus cortijos se grabaron escenas de La Muerte Tenía Un Precio, Por Un Puñado De Dolares y El Bueno, El Feo Y El Malo, entre otras. Un sitio donde quizás fue fácil confundir fantasía y realidad, no sólo los habitantes de la zona trabajaban como extras de aquellos western sino que muchos de ellos vivían de la extracción de oro en las minas de Rodalquilar, cerrada a finales de los sesenta cuando la explotación no era ya rentable.
En este entorno compuso Javier su editor de sueños, refugiado en un antiguo aljibe abandonado, rodeado de la inmensidad de la tierra, pero sintiendo cerca también la del mar, a unos 10 kilómetros en línea recta. Para grabarlo cuenta con Paula Grau y Vera Acacio, Paula había participado ya en la grabación del anterior Fotografiando El Corazón, y Vera se había incorporado a la banda para presentarlo en directo. Estrena sección rítmica con Salvador Soto al bajo y Jesús Alonso a la batería, y completa la formación invitando a su amigo Javier Arnal para que se ocupe de la guitarra. Este acepta y se traslada hasta este desierto territorio, que al parecer, se ha acabado convirtiendo en su hogar.
Como no puede ser de otra manera, algo del paisaje se cuela en el disco. Ahí están esos verso de No Quisiera, "Minas de oro abandonadas / eso soy yo sin su mirada / polvo en el piano, violines en el mar". Y puede que también algo del espíritu de aquel cazarrecompensas errante que pisó estos parajes, sin nombre y de pocas palabras, haya poseído a la banda. No en vano, creo que es la primera vez que en un disco de Javier hay hueco para temas instrumentales, dos tenemos aquí. Invernadero, con un buen groove asaltado por el ruido, y Origen Del Fin, de una elegancia ligeramente canalla, como saborear un buen whiskey sin  perder la calma mientras asistimos a la devastación total de nuestra especie.
Las declaraciones del propio Javier en una entrevista de la época, en las que describía al disco como una colección de canciones de amor, y de odio hacia la humanidad tampoco extrañarían en la voz de aquel señor del poncho al que en ocasiones apodaban Manco. Los casi 25 minutos de Extermínense, canción-duelo de guitarras que cierra el disco, entre ruidos, parones, gritos y una letra que casi se limita a repetir el título, son un claro ejemplo de esto último, Aunque desde la inicial Susurro, el conjunto del género humano ya se lleva lo suyo.
Este disco lo encontré enterrado en las estanterías de unos grandes almacenes a los que solo me acerco en navidades, y la verdad es que llevaba bastante tiempo sin pasearme por él. Lo que mas me ha sorprendido al reescucharlo concienzudamente es que únicamente no me acordaba de las tres canciones de menor minutaje, Amar, Si Usted Pudiera Matar y Pequeña Muerte, que ahora se me han revelado como pequeñas gemas de muchos quilates que hacen de este disco, hoy no puedo usar otro símil, un auténtico tesoro por el que nadie debería dudar en liquidar a quien se le ponga por delante para conseguirlo.



viernes, 4 de marzo de 2016

Fitzcarraldo - Granero Responde Ovejas (Por Caridad Producciones 1994)

Koldo fotografiando a Luisito Lechuga
Volvemos hoy con nuestra querida sección Artista Invitado, y en esta ocasión tenemos con nosotros a Luis Ángel Abad, más conocido como Koldo en los ambientes musicales de la ciudad del Turia, donde empezó a asaltar los escenarios a mediados de los noventa con Felpudo Tos. En 1998 llegó la edición del primer disco del grupo, Tos Felpudo, editado por Subterráneo Records, y del que recientemente se ha fraguado un remake a cargo de un buen montón de bandas de todo el estado como Elle Belga, Viva Bazooka o Césped De Verdad. Tanto el disco original como este Tos Felpudo Remade 1998-2015 se editarán juntos, creo que más pronto que tarde, en un doble vinilo de la mano de Borx Records.
Felpudo Tos cesaron su actividad en el año 2000, dejando inacabado el que iba a ser su segundo disco, Un Ejército De Codos Contra La Punta De Un Buque, y Koldo casi desapareció del universo musical, investiguen Sotánica si les apetece, ocupado en otros menesteres. Tardó en reaparecer, pero lo hizo con ganas. Junto con Alberto, que ha militado en La Secta, Yogur, Athom Rumba y Billy Bao, formó Pupa para participar en la edición de 2014 del Festival de Arte Experimental MEM. Como testigo de esta unión quedó el EP Desengranajes, que se puede escuchar en el bandcamp de Luisito Lechuga, su proyecto en solitario que arrancó en 2014 con la edición de Lettuce B. Esta grabación es la primera referencia de Born Fossil Tapes, sello que él mismo lleva adelante y que plantea como una obra conceptual que reflexiona irónicamente sobre la vigencia de los formatos.
Si vamos mas allá de su faceta musical, el mundo de Koldo es prácticamente inabarcable. Creativamente se define como un organismo biocultural extremófilo situado en algún lugar al límite de la palabra, que gusta de situarse en un terreno de operaciones MultiNdisciplinar. Así, en su obra podemos encontrar ensayo, novela experimental, dibujo, pintura, mixed media y creación audiovisual. Aparte, ha ejercido la docencia universitaria durante una década y colaborado con distintos medios como Levante, Ruta 66, Mondosonoro... además de ser autor de Rock contra cultura (Biblioteca Nueva 2002) y Mito e industria cultural (Alfons el Magnánim 2003), libros que salieron de su tesis doctoral sobre cultura del rock.
Aquí y aquí pueden ustedes encontrar más información sobre nuestro hombre.
Al contrario que en otras ocasiones, después de la participación de Alberto Serrano en esta sección hablando de Tos Felpudo, fue Koldo quien se puso en contacto con nosotros para charlar, y al comentarle que también se había puesto sobre la mesa Granero Responde Ovejas de Fitzcarraldo, nos indicó que él hablaría de ese disco con mucho gusto. Más contentos nos pusimos nosotros al poder contar con su colaboración. Hoy ven la luz su texto y el mio, hecho cada uno sin saber lo que cuenta el otro, para que los lea todo el que quiera.


Koldo dice:
Con el disco de Fitzcarraldo se me juntan muchas cosas. Mi experiencia como oyente, mi asentamiento en Valencia, el videoclip que les montamos, el germen de mi banda Felpudo Tos. Y por supuesto mi relación con ambos, especialmente personal con Pili.
Como oyente Fitzcarraldo me enfrentaron a una experiencia desafiante. Eran evidentemente ambiciosos, y para mí suponían un ejemplo de lo que debían ser las propuestas surgidas en la música independiente. Luego se primó a bandas como Australian Blonde y Dover. El potencial del indie español se malogró desde mi punto de vista, pero eso ya es otra historia. Por el contrario lejos del rock facilón, “Granero responde ovejas” era una auténtica odisea sonora. En la galleta de CD, los títulos de los temas haciendo espiral anunciaban el vértigo de adentrarse en su escucha. Sin cortes prácticamente entre los temas, la música se iba desplegando en sugestivas imágenes desde el comienzo del disco. Alguien daba cuerda a un reloj, se oía una puerta, sonaban unas melódicas, un silbido despreocupado a lo lejos... Así comenzaba el paseo por los entresijos mentales de Truna y Arreis.
Granero responde ovejas acumulaba así escenas imposibles, según un planteamiento muy cinematográfico. Algo que Truna ha desarrollado posteriormente en su carrera, aquí estaba en germen. Entonces todavía no tenía a sus monstruos, pero Fitzcarraldo facturaban su propia escenografía sonora. El oyente se veía inmerso en una escena de suspense donde alguien llama de repente a la puerta. Participaba en un vals desplomado en el Titanic. Presenciaba trenes de juguete acelerando hasta descarrilar. Había momentos de Western, y dibujos animados, y lounge muy a lo Blake Edwards.
Toda aquella parafernalia no era pretexto contra su falta de pericia musical. Al revés, como dúo de rock eran bien competentes cuando se embalaban por el derrotero más directo. Esto es algo que pude constatar siempre que los vi en vivo. Me chocaba mucho el papel de la percusión, entre minimal y sin miedo a los cambios de ritmo. Y me molaba mucho el fuzz de las guitarras. Como en “El sol viene hacia mí”, con Pili dando timbales y esa guitarra tan funky hasta hacerse ácida. Enmarañada por sonoridades midi que hoy suenan tan vintage y naive.
El paisaje sonoro de Fitzcarraldo daba para todo. Una guitarra desvencijada abriendo “Ovejas”. Momentos progresivos en “El gran Askona pregunta a Granero”. Arpegiados, ritmos sincopados, una bossa nova podrida al hilo de una guitarra distorsionada hasta desembocar en una especie de momento de percusión tibetana, con la distorsión haciendo de viento en el Himalaya durante “Titara Taso”. Todo un ejercicio de improvisación, abierto por una distorsión que se despereza al tema siguiente. Roto como por un robot hasta que entran las melódicas y se produce una especie de jota con midi laser.
Mi parte favorita del disco enlaza el tema 8 con “Ojos”. Empieza con unos coros muy ambiciosos, con Pili entonando y cantando muy bien. Ella tiene una voz muy dulce, que siempre hace un contrapunto muy especial. Entona bien de oído. No necesita forzar. Tiene la música dentro de natural. Al reescuchar Granero responde ovejas, siento que en Felpudo Tos la desaprovechamos por asegurarnos un ejercicio de feísmo. Su forma de tocar la batería también es muy personal. Su batería favorito era Stewart Copeland de The Police, jojo me matará por contar esto. Gente como Marcos Junquera de Betunizer, me ha reseñado su groove y la libertad de espíritu que se nota en su forma de dar tambores.
“Infant tango para el tercer baile” tiene un momento funky genial, que se extiende en una progresión natural hasta un momento “palmas”. Otra vez demostrando que como dúo de rock eran muy buenos, muchos años antes de que el formato se pusiera de moda con White Stripes. Luego suspenden la interpretación en un momento DadaDaísta… y toque de atención con la varita de director de concierto para pasar al tema 9 a través de una serie de desarrollos progresivos brutales. Hasta que en torno a los dos minutos y medio generan un momento de pesadilla con violines descacharrados. Y todo esto no es más que el prolegómeno del track estelar, “Ojos”… En fin, extenderme en describir todos los momentos reseñables del disco sería interminable. Sigue todo en esta tónica hasta terminar con la canción cuyo título da nombre al disco, con un juego de distorsiones rodeando la voz de Pili en otro momento sencillamente apoteósico.
Koldo, infiltrado en el Granero.
Como suele ocurrir, el mundo sonoro de Fitzcarraldo era sólo un pálido reflejo de su mundo personal. Antes de escuchar Granero responde ovejas, conocí a Truna con idea de pedirle que musicara los poemas que publiqué en “Filetes de ternura”. Un amigo me habló del grupo a cuenta de un concierto muy raro que vio en el Politécnico, donde la bajista se había pasado toda la actuación de espaldas. No sé cómo di con él y quedé en su casa de Tapinería. Aquello era poco menos que el Merzbau de Schwitters. Una mezcla de vivienda-taller-lugar de ensayo, lleno de cachivaches, instrumentos, maniquíes recogidos de la basura… Era un sitio mágico que denotaba por cada detalle, que allí se vivía por y para el arte. Al lado vivía gente del El Otro Ilustre Colegio Oficial de Patafísica. Aquel entorno determinó mi posicionamiento creativo, ofreciéndome la referencia radicalmente vanguardista que la Facultad de Bellas Artes con todo su bagaje no me aportaba.
El vínculo con ellos se fue estrechando. En algún momento estuve a punto de irme a vivir allí y finalmente no fraguó. Creo que quizás fue mejor, se habría sumado excesivo caos. En aquel tiempo estaba interesado por la videocreación, y les propuse hacer un videoclip a cuenta de unas ayudas del Gobierno de Navarra. El verano de 1995 lo dedicamos a grabar en Tapinería. Andrés quiso que filmáramos en Super 8 e inmediatamente tuvo la idea de jugar con imágenes de peces que inflaban globos de colores. Yo planteé una especie de desafío absurdo entre un hombre y su mascota, donde pez y humano se retaban a ver quién aguantaba más tiempo fuera de su medio. La última imagen sería una cabeza humana sumergida en el agua, mientras un pez nadaba tranquilamente alrededor de ella. Andrés quería crear una intrincada maquinaria de poleas, algo absurdamente complicado para subir y bajar peces. Todo era en realidad un pretexto para divertirnos y mostrar el imaginario de Fitzcarraldo, que de natural ya era de sobra sugerente.
Un día de Julio nos vinimos del Mercado Central con un montón de morralla. No entraré en detalles de la parafernalia que montamos para que Andrés pudiera inflar los globos por un tubo a través de ellos. Digamos que no eran tiempos de efectos digitales. Antes de ese verano maravilloso Iván y yo habíamos comenzado a sacar canciones con guitarra y bajo, que sólo pasaban el corte si nos resultaban suficientemente ridículas. Nuestros amigos de Malasombra tenían nuevo número de su revista, y dijeron que nos incluían en el concierto de presentación si nos apetecía tocar allí. Le dijimos a Pili si quería participar en ese bolo con nosotros. Andrés la animó y ella dijo que adelante. Ensayamos una semana y dimos nuestro primer concierto como Felpudo Tos. Al volver del verano Fitzcarraldo se había roto por historias personales y Pili se quedó ya con nosotros. Andrés por su parte, andaba ensayando improvisaciones basadas en marasmos de ruido que grababa sistemáticamente en mini disc. Me contó que el habitáculo donde se encerraba para ello, incluía una botella para orinar de forma que nada interrumpiera su afán creativo. Eran mediados de los noventa, y el mundo estaba trunizándose.


Alfredo dice: Aterricé en Valencia en septiembre de 1992, y fue en octubre o noviembre la primera vez que me acerqué hasta Glop. Tocaban Los Clavos y El Inquilino Comunista y la plaza de Benimaclet me cogía cerca. Motivos más que suficientes. Yo estaba acostumbrado a ir a conciertos al aire libre, no se prodigaban mucho por aquel entonces ni bares ni salas que programasen conciertos en Tenerife y lo que abundaban eran fiestas de barrio y eventos mayores en la Plaza de Toros. Entrar en Glop me dejó algo descolocado, con aquel diminuto escenario de un palmo de altura. Las paredes estaban llenas de carteles, algunos nombres familiares, Amor Sucio, La Resistencia, creo recordar, y el más bonito de todos, el que se quedó impreso en mis recuerdos, el de un grupo desconocido para mí, llamado Fitzcarraldo. Me quedé con el nombre.
Para no aburrirles mucho voy a resumir telegráficamente los acontecimientos clave que ocurrieron durante el siguiente año y medio, y que hicieron que mi curiosidad por ellos creciera hasta obsesionarme ligeramente. Creo que este fue el orden en el que ocurrieron, parece lo lógico, pero no me atrevo a poner la mano en el fuego. Escucho por primera vez el maxi El Telar De La Locura de Carmina Burana y lo coloco muy arriba en mi clasificación personal de discos imprescindibles. Alguien me dice que en Fitzcarraldo toca el que fue bajista de Carmina Burana. Escucho el primer disco de Carmina Burana y lo coloco muy arriba en mi clasificación personal de discos imprescindibles. Alguien me dice que aquella chica que está allí, viendo a 713avo Amor en Bésame Mucho, como yo, tocaba en Fitzcarraldo. Voy y le pregunto si tienen algo grabado. Sí, tocamos dentro de poco en (no me acuerdo del nombre), que está en la zona de Cánovas, ven y te llevo una maqueta. Voy mal acompañado. Toma. Pone mi nombre, es preciosa, soy muy feliz. Mi acompañante me tortura psicológicamente durante todo el concierto, vámonos, vámonos, vámonos. No, no, no, y como venganza, cuando llegamos a casa pongo la cinta. Alucinante. Eran Fallas del 94. Me fui de Valencia. Se editó Granero Responde Ovejas. Corrí a comprarlo.
La sorpresa la atenuaron las mil escuchas que le había dado a la maqueta, pero no así la reconfortante satisfacción de escuchar de corrido este disco, olvidándome de la división en canciones, que comparte espíritu con otros discos tan únicos y especiales como el Todo Ubú de Los Iniciados o aquel mini-cd de Juan Crek y Pep Figueras que se llama Dos Hombres Chinos. Nada más he podido emparentar con Granero Responde Ovejas, y estas grabaciones, insisto, tan solo en espíritu.
Fitzcarraldo en este disco crea un folclore musical imposible de situar en ningún espacio y en ningún tiempo. Por su música desfilan danzas, costumbres, cuentos, leyendas y supersticiones tan fascinantes como incomprensibles a primera vista, pero que en las dosis apropiadas acabaron ejerciendo de salvadora vacuna para nosotros, mortales inoculados desde el nacimiento por el virus del lugar común musical. Su lenguaje nunca fue el nuestro, y así su realidad, su existencia, descotidianizó la nuestra, la de los que tuvimos la suerte de tropezarlos, y ahora, que ya no están, no nos queda mas remedio que agradecerles que una y otra vez, cada vez que suena este disco, nos pongan entre el extrañamiento y la pared, haciéndonos sentir que en cualquier momento, con un sonido inesperado, pueden talar nuestra cabeza y entregársela en sacrificio al Gran Askona, y además siempre contando con nuestro más absoluto beneplácito.
Gracias Dra. Arrais, gracias Dr. Truna.

Koldo quiere que escuches, y veas, Ojos



Alfredo quiere que escuches Ovejas

miércoles, 2 de marzo de 2016

Pon un microsello (discográfico) en tu vida (LXXX)


Las entrevistas a microsellos ha sido una de las secciones que más alegrías, y mas visitas, nos ha traído a este blog. Aún así, andábamos un poco cansados de ella y la hemos ido dejando voluntariamente en barbecho, más que nada porque uno de los principios de esta casa es no hacer nada que no nos apetezca.
Pero ahora, que andamos en nuestro primer trimestre temático, nos pareció interesante contactar con este nuevo sello e invitarlos a participar en esta sección. Los motivos fueron dos, ya que son dos las ediciones que están manejando desde El Muelle Records que podemos relacionar con Javier Corcobado y su entorno musical más cercano. Por un lado acaban de editar Canciones Defectuosas de Javier Arnal, primer disco a nombre del que fuera guitarrista de los todopoderosos Chatarreros De Sangre Y Cielo, y por otro, han dado cobijo al proyecto Atardecenaranjainfierno, homenaje a Carlos Desastre que coordina Edgar Luján desde México, y que cuenta con una lista de participantes que quita el hipo.
Por alguna foto que hemos podido ver en su página de facebook, parece que también traman la edición de alguna referencia de Jaula, y en su bandcamp está disponible para la escucha Gimnasia Arrítmica de Chalana, que aunque no estoy seguro de que sea una referencia del sello, si que es seguro que forma parte de la familia.
Nos dicen desde El Muelle Records que el sello es cosa de tres, Nacho Jaula, Julio Senmove y Pepo Galán. Uno de ellos ha contestado nuestras preguntas, no me han dicho quien, pero desde aquí no nos queda más que desearles un espléndido futuro, acorde con su prometedor presente, agradecerles su participación en esta sección, y dejarles a ustedes con sus palabras y sus canciones.

Javier Arnal - Canciones Defectuosas
Cuéntennos un recuerdo musical de la infancia o adolescencia.
El primer recuerdo que me viene a la cabeza, es un cassette de "Camarón de la Isla" de mi padre. Luego, a través de un familiar, Rock and Roll de los 50, Punk estatal de la época, Ramones.....

¿Cuál fue el primer disco que compraron?
Creo que fue "Love Songs" de Buddy Holly.

¿Qué motivaciones, influencias e inspiraciones reconocen en El Muelle Records?
Triquinoise y Kranky serían dos buenos ejemplos.

¿Cómo surgió la idea de crear el sello?, ¿en algún momento pensaron en lo difícil que es vender discos hoy en día?
Surgió con la idea suicida de arruinarnos. Por supuesto que pensamos en ello, pero eran tantas las ganas de crear el sello y empezar a funcionar, que era más difícil quedarse quieto y no hacer nada.

¿A qué clase de personas se les ocurre crearlo?
A gente inquieta, valiente e inconsciente (risas)



¿Por qué se llama El Muelle Records?
Nos gusta el mar y los puertos.

¿Le echan muchas horas de trabajo al sello?
No nos dedicamos a esto profesionalmente, así que cualquier hueco libre lo dedicamos al sello. Sería difícil calcular el tiempo.

¿Cómo va el balance económico?
La verdad es que no va nada mal. Eso sí, todo es a largo plazo. Sacas una tirada, y se va vendiendo de poco a poco. Mientras siga así, todo marchará como esperamos.

¿Cuáles son las satisfacciones que da?
El descubrir artistas y poder editarlos es sin duda la mayor satisfacción, y si con esto les estamos ayudando en algo, pues para nosotros en todo un placer.

¿Han sufrido decepciones?
Llevamos poco tiempo con El MUELLE RECORDS, así que aún no nos ha dado tiempo de sufrir ninguna decepción. Esperemos que nunca lleguen.

¿Les gustaría ganarse la vida con esto?
Por supuesto, y a quien no?

¿Qué tiene la música para ustedes, para que le dediquen su esfuerzo, su tiempo?
Nos ha tocado vivir una época terrible, así que, no encontramos mejor manera de invertir nuestro tiempo. La música, te lo hace todo más llevadero.



¿Les gustaría que la repercusión del sello fuese mayor, o están cómodos así?
Estamos muy cómodos así. De momento no nos planteamos ningún paso de agigantado. Aunque, quién sabe....

¿El formato es importante a la hora de editar una grabación? Por ahora El Muelle Records parece que ha decidido editar físicamente sus referencias en Cd, ¿han descartado el vinilo o dependerá de la referencia?
El vinilo fue el primer formato en el que pensamos, y no está descartado ni dependerá de una referencia concreta. Obviamente, todo eso depende del bolsillo. Pero en un futuro cercano, nos gustaría sacar alguna primera edición en vinilo.

Dear Sailor - Dear Sailor
Alguna grabación editada a la que le tengan especial cariño.
La de DEAR SAILOR, fue su primer disco y nuestra primera referencia. Todos estábamos muy excitados así que fue muy bonito editarlo.

¿Tienen alguna exclusiva para darnos?, cuéntennos algo de los planes de futuro.
Claro. Actualmente estamos trabajando en varias cosas. La más inmediata será una referencia muy especial, un EP de LEE YI (Dear Sailor). Ésta será muy limitada, ya que cada CD será diferente al otro, y de esto se está encargando la artista MENEH PEH. Llegado el momento, explicaremos las técnicas utilizadas en cada uno de ellos. Por otra parte, seguimos con el proyecto de nuestro amigo Mexicano "Edgar Lujan" y su "Atardecenaranjainfierno". Homenaje a CARLOS DESASTRE. También estamos preparando una edición del proyecto malagueño "MAMÍFERO". Tenemos trabajo para un largo tiempo.

¿Qué más hace El Muelle Records además de editar discos?
De momento solo trabajamos como sello. Ya habrá tiempo de madurar y ampliar el abanico de posibilidades.



Normalmente casi todas las personas que he conocido que han creado un sello andan metidos en otras actividades artísticas y relacionadas con la música. ¿Algo que contarnos?
Pues, PEPO GALÁN, además de sacar discos bajo su nombre, también forma parte de DEAR SAILOR. JULIO SENMOVE, es propietario de una empresa de mastering (südblock). Es parte también de MONA RECORDS, y como músico, está involucrado en proyectos como SENMOVE y MAMÍFERO. NACHO GALÁN es el responsable de JAULA, CHALANA y parte de MAMÍFERO.

¿A qué sello le hacemos la siguiente entrevista?
Al sello colombiano THE BURROS DISCOS. Creemos que es un sello que va en pleno crecimiento. Además, tiene un catálogo maravilloso.

Puedes saber más de El Muelle Records, escuchar y comprar sus referencias aquí, también hay cositas para escuchar aquí, y si quieres acceder a su página de facebook haz click aquí.