lunes, 28 de abril de 2014

Pon un microsello (discográfico) en tu vida (XLIII)


No sabía que existía Trashtocat Records hasta que el Doctor Arritmia de Filferro Records contestó a nuestro cuestionario y los propuso como siguiente eslabón en la cadena. Sí conocía de oídas una de sus coediciones, porque en ella también participó Truco Espárrago, pero no me había quedado con el nombre de este sello.
Poca información hay de esta discográfica en la red, sólo en discogs se le atribuyen cuatro referencias, pero faltan al menos dos, otras de las coediciones en las que han participado no están asociadas a su nombre.
Yo contacté con ellos a través de facebook y a partir de ahí Lloï, el responsable de esta aventura me arrojó un poco de luz sobre su trabajo.
Creo que son seis las referencias que tienen editadas hasta ahora, dos LP's de OvertHHHrow recopilando todas las grabaciones que no habían sido editadas hasta el momento, un LP de Assac! de título S'ha Acabat El Bròquil, el LP colectivo Ens Fa Pudor La Boca!, un single compartido entre Söm-Hi Noise y F.U.'s, y otro a cuatro bandas de título No More Borders.
Así de entrada, los dos LP's de OvertHHHrow se me antojan imprescindibles. Ya saben ustedes que HHH fueron grandes, tan grandes que hasta los que no frecuentábamos el metal en aquella época supimos de su existencia. Este fue uno de sus proyectos paralelos.
Además oyendo a Lloï hablar de sus discos, con el entusiasmo y cariño que lo hace, explicando cómo le gusta que sean las ediciones, uno se queda un poco prendado de todos estos discos, que desconozco, y le dan ganas de tenerlos. Quedamos muy agradecidos con sus explicaciones y respuestas. Un placer tenerlo por aquí.

Cuéntanos un recuerdo musical de la infancia o adolescencia.
Nací en el 1977. Tengo un hermano diez años mayor que yo. De bien pequeño en mi casa ya corrían cintas grabadas de grupos punk. El primer recuerdo que tengo es del grupo Ilegales. A los ocho años ya cantaba las canciones de sus dos primeros discos “Ilegales” y “Agotados de esperar el fin”. Más tarde vino el “Salve” de la Polla Records, Kortatu, Siniestro Total… A los quince años ya estaba metido en el meollo del punk y empecé a escuchar grupos hardcore y trash. Recuerdo pillarme muchas maketas en casete a partir de los quince años. De aquellos tiempos guardo como oro en paño la demo de los 24 Ideas, a la que tuve que ejercitar el oído porque no estaba acostumbrado a sonidos tan crudos y desgarrados.
En plena adolescencia fui fan incondicional de los Negu Gorriak. Con un grupo de colegas de mi zona formamos una Brigada de apoyo al grupo y editamos dos números de un fanzine que se llamaba “Esperit de Lluita” (Espíritu de Lucha). La Brigada funcionaba como grupúsculo paralelo a las atomizadas organizaciones independentistas catalanas que existían a principios-mediados de los años 90. Hacíamos pintadas, colgábamos carteles pidiendo libertad para los presos de la organización armada Terra Lliure y activistas catalanes que habían colaborado con comandos de una conocida ONG vasca que ahora se está desarmando, editábamos adhesivos, carteles, contactábamos e intercambiábamos material con otras Brigadas del Estado, etc. A otros grupos similares, que entraban en la misma lógica que Negu Gorriak, que seguí durante varios años fueron los Inadaptats y los Speereth. Posteriormente, dejé de centrarme cien por cien en la escena catalana y estatal y empecé a curiosear con las bandas hardcore americanas y europeas. El punto de inflexión lo recuerdo cuando me pillé un pack de 4 CD recopilatorios del sello Lost and Found, donde descubrí infinidad de bandas que desconocía y que me dejaron flipado, con los cojones colgando por el suelo: Citizens Arrest, Heresy, Warzone, Sick Of It All, Ignite, Gorverment Issue, FU’s (a los que acabaría sacando un 7’ Split con mi sello…quien lo iba a decir), Concrete Sox, Siege, Youth of Today… y un largo etcétera.

¿Cuál fue el primer disco que compraste?
Fue a los nueve años. Mi abuela me había regalado 1.000 pesetas para mi santo (mi familia de carcas celebraban el santo y no el aniversario). Hacía poco que mi hermano se había comprado un equipo de música con tocadiscos incluido (anteriormente solo teníamos radiocasete de una platina y cintas) y un día que se fue a pillar discos, le di las 1.000 pelas para que pillara un disco para mí. Mi hermano, que no estaba cien por cien centrado en el punk, llegó a casa con ocho o nueve vinilos, donde había de los ZZ Top, Lynyrd Skynyrd, The Doors y otros grupos de los setenta que ahora no recuerdo. Acabé escogiendo el disco de The Doors “Strange Days”. Años más tarde se lo intercambié por el maxi single de Kortatu “A la Calle”, disco se encuentra en mi colección actual de punk euskaldun.

Discos que trastocan.
¿Qué motivaciones, influencias e inspiraciones reconoces en Trashtocat Records?
Como motivación principal la devoción por el formato de vinilo. Como influencias, las de cualquier sello discográfico que cuide las ediciones y los formatos. Siempre he odiado los LP sin hoja interior, fotos, letras y otros documentos relacionados con la banda en cuestión. Las influencias serían multitud, pero si tuviese que nombrar un sello al que realmente admiro es al desaparecido Slap a Ham de los EUA. Slap a Ham empezó, a finales de los 80 y hasta finales de los 90, a editar bandas de hardcore extremas, innovadoras e incomprendidas por las que la gente no apostaba nada o muy poco (Infest, Crossed Out, No Comment, Man Is The Bastard, Capitalist Casualties, PHC, Neanderthal, Hellnation, etc). Actualmente sus ediciones están muy cotizadas en las pujas de internet y las bandas por las que apostó referentes indiscutibles de la evolución del género. Afortunadamente en el mundo del punk y del hardcore la gente que edita vinilos acostumbra a cuidar mucho las ediciones.

¿Qué te impulsó a meterse en la creación de un sello discográfico tal y como están las cosas?
Básicamente editar discos tal y como me gusta consumirlos a mí. Con los discos de OvertHHHrow, los primeros que produje, lo tuve muy claro, edité un producto tal y como me hubiese gustado que alguien lo editara. Recuerdo que en el 2001 Soulforce Records editó un CD split con la demo de la banda catalana por una parte y unos cuantos temas de los grandiosos californianos What Happens Next? por otra. Cuando vi el CD flipé por el buen curro de rescatar los temas y añadir una pista de vídeo de cada banda, pero a nivel de formato y diseño, el CD me pareció un tanto pobre y carenciado. Como siempre había flipado con los HHH me decidí a rescatar todo lo que quedaba en el baúl del proyecto más olvidado, incomprendido y a veces hasta difamado del trio catalán. El producto fueron dos LP por separado, uno de ellos con 23 temas totalmente inéditos, acompañados por un fanzine de 20 páginas con fotos, letras y entrevista exclusiva a la banda. El valor añadido, más allá de la propia música, siempre he procurado que esté presente en las ediciones lanzadas.

¿A qué clase de persona se le ocurre crearlo?
Pienso que uno de los denominadores comunes de cualquier persona que se decide a editar discos son las ganas de aportar nuevos documentos (sonoros y gráficos) a una determinada escena y público. A veces editar discos puede convertirse en una especie de trabajo de archivística y análisis, de rescatar, contextualizar y organizar información para plasmarla en un formato atractivo que fomente su difusión entre el público.



¿Por qué se llama Trashtocat Records?
Trashtocat es un juego de palabras entre Trash (basura) en inglés y trastocat (trastornado, loco) en catalán. Locura y mierda son dos ejes temáticos muy recurrentes, fructíferos y presentes en todo lo “punk” y “hardcore”.

¿Cuántas horas de trabajo le echas al sello semanalmente?
Muy pocas. Hay semanas que ninguna. En estos momentos hay obligaciones, como la paternidad, que se anteponen a la pasión por las ronchas vinílicas y los conciertos. Por eso actualmente el sello va a medio gas, pero sin cerrar ni disolver el chiringuito. El sello es un hobby como lo podría ser para otros ir de putas y meterse farlopa, pasear con chándal pajaritos enjaulados por el barrio o esquiar en Baqueira Beret.

ASSAC! 
¿Te reporta algún beneficio económico?
La cuestión económica siempre queda en un segundo orden. Con las ediciones y coediciones lanzadas, acostumbro a recuperar la pasta a largo plazo, pero a través de los intercambios puedo proveerme de nuevos discos a precio de coste que van a engrosar mis archivos musicales. Editar discos es como el yonqui que se mete a camello.

¿Cuáles son las satisfacciones que te ha dado?
La principal satisfacción es aportar un minúsculo granito de arena en un ámbito, escena o proyecto en el que crees que vale la pena y hacerlo a tu manera.

¿Has sufrido alguna decepción?
Ninguna lo suficiente grave y seria como para ser mencionada en esta entrevista. A bajas expectativas, el “no future” del punk encaja ahí, bajas frustraciones. Esta premisa puede operar como mecanismo de defensa en un entorno donde a veces, como en todas partes, hay mucho listillo y algún envidioso comemierda. Soy de los que piensan que si crees en algo, pues lo haces y ya está. A quien le mole bien y a quien no, púes peor para él o ella.

¿Te gustaría ganarte la vida con esto?
No necesariamente. Estoy contento con ganármela como lo hago, a través de las ciencias sociales y la atención a las personas, que es para lo que me formé.



¿Qué tiene la música para ti, para que le dediques tu esfuerzo, tu tiempo?
Paradojas de la vida. De pequeño, en EGB, odiaba profundamente la asignatura de música. Tenía la percepción que era una pérdida de tiempo, una asignatura poco importante que me aburría enormemente, como la religión o materias “maría” similares. En octavo curso nos hacían tocar la flauta. Era particularmente poco hábil moviendo los dedos y para tocarle los cojones a la profesora expulsaba el aire por la nariz. Posteriormente, en el primer trimestre de primero de BUP suspendí la asignatura. Soy un ignorante musical total. No sé nada de solfeo y nunca he tocado ningún instrumento, ni he cantado en ninguna banda.
Mi devoción por la música se centra en los aspectos que van más allá de sus cuestiones técnicas o meramente instrumentales o sinfónicas. Tan importante como estos aspectos también lo son los contextos sociales en los que emergen determinados fenómenos musicales como el punk, el hardcore o el grindcore y su propia evolución a lo largo de los años. Para mi tener un disco en las manos es como tener un libro. En definitiva, un documento que te puede aportar información adicional más allá de la propia música de las canciones que contiene. Los diseños artísticos de las portadas, como las evoluciones técnicas de los temas, para poner un par de ejemplos, pueden marcar una determinada tendencia, un antes y un después en un estilo musical concreto. Todos estos cambios suceden y pueden ubicarse en un momento histórico concreto. Entender estos cambios a través de la particularidad de multitud de bandas y poderlos ubicar e interrelacionar es una tarea apasionante.


¿Te gustaría que la repercusión del sello fuese mayor, o estás más cómodo así?
El sello tiene poca repercusión porqué mi dedicación es básicamente escasa y de momento solo he participado en seis ediciones, tres exclusivas del sello y tres compartidas con otros sellos. De momento estoy cómodo así, no me quiero comprometer en responsabilidades que no pueda cumplir. A corto plazo voy a priorizar las coediciones a las ediciones exclusivas.

Como consumidor de música, ¿cuál es el formato físico que más te llena? En el sello las ediciones que conozco son en vinilo, ¿hasta qué punto el formato es importante para ti?
Evidentemente el vinilo. El formato para mi es tan importante como el contenido. Si tengo que escoger un formato dentro del vinilo me quedo con los 7’. También me mola el formato maxi single, pocas canciones y potentes en un amplio espacio de vinilo que acostumbra a repercutir en una correcta masterización del lacker y un buen prensaje de las piezas.

Alguna grabación editada a la que le tengas especial cariño.
De Trashtocat Records tengo especial cariño a los dos discos de OvertHHHrow y a la última edición del sello, el disco de ASSAC “S’ha acabat el bròquil”. Los componentes de ASSAC son colegas de muchos años y para mí fue un placer poder contribuir a sacarles un disco con sus primeros temas más emblemáticos y gamberros.
Sobre ediciones de otros sellos, buff…sería un sinfín nombrar los discos que me molan. En todo caso si hoy mismo me tuviese que llevar once discos en una isla desierta y para toda la puta vida, esta podría ser una muestra representativa:
- La Banda Trapera del Rio (el primer disco)
- Assück “Anticapital” LP
- Spazz “La Revancha” LP
- Poison Idea “Feel the Darkness” LP
- Necros “Conquest for Death” LP
- Born Against “The Rebel Sound of Shit and Failure” LP
- HHH “A por ellos que son muchos y están super cachas” LP
- Dropdead (el primer LP)
- Minor Threat “Out of Step” LP
- Dead Kennedys “In God we trust” MLP
- Infest “No man slave” LP

¿Tienes alguna exclusiva para darnos?, cuéntanos algo de los planes de futuro.
Muchas cosas en la sesera y pocas concreciones. El tiempo dirá, pero me gustaría continuar el sello apoyando a grupos que me molen y sean singulares para mí a través de coediciones con otra gente.



Normalmente casi todas las personas que he conocido que han creado un sello andan metidos en otras actividades artísticas y relacionadas con la música. ¿Algo que contar?
Pues sí. Se me da muy bien escupir y mandar los escupitajos a grandes distancias. He ganado varios concursos organizados con colegas del gremio. El sonido gutural de rascarse la garganta, hacerse con un chicle bien denso (si su color recuerda al lima limón mucho mejor) y propinarlo hacía el exterior, crea una onomatopeya que quién sabe si no se encuentra en el origen de la música. Lo mismo sucede con las emisiones sonoras de gas metano (dejemos de banda las particularidades olfativas que son harina de otro costal). Modular el ano y el diafragma para conseguir unas buenas ráfagas en el tiempo preciso y la cadencia concreta, no es sencillo. Hace tiempo que estoy ensayando el himno de España con partes de los órganos excretores y los resultados son sorprendentemente grandes y únicos, pero aún tengo que pulirlo un poco más. ¿Habéis probado alguna vez sincronizar una flatulencia con un eructo?
Los eructos son otro de los recursos con los que acostumbro a trabajar de forma, claro está, totalmente autodidáctica y sin ánimo de lucro. Do It Yourself, como las pajas.

¿Algo más que añadir?
No. Sólo darte las gracias por tu apoyo a los sellos discográficos underground a los que has entrevistado y de desearte toda la suerte del mundo con el proyecto “Música de Andar por Casa”. Mucha salud y mucha “trempera matinera”.

¿A qué sello le hacemos la siguiente entrevista?
Al camarada Hèctor del sello Inxausti Records y componente de la banda ROT (eructo en catalán). Bbbbbrrrrrrrooooouuuuuupppppppp!!!

Lo mas cerca que puedes estar de Trashtocat Records en la red, que yo sepa, es mandándoles un correo a esta dirección.

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