lunes, 24 de noviembre de 2014

Pon un microsello (discográfico) en tu vida (LXI)


El paso de Luscinia Records por esta sección supuso para mi, entre otras cosas, una apertura de nuevos caminos por los que perderme con músicas que en casa frecuentamos rara vez. Uno de los sellos que nos presentó fue Nueni Recs.
La primera sorpresa que nos llevamos en su web fue encontrarnos con Espejuelo, su segunda referencia, a nombre de Lali Barrière y Miguel A. García. Ella nos había fascinado con Patio, editado por Chirria Sello en 2013, y Miguel es un habitual en casa, ya sea bajo el alias de Xedh, o con su participación en proyectos como Mubles o La Bella Medusa.
El sello comenzó su andadura en 2012, y por ahora son tres las referencias que ha editado. Aparte de la mencionada antes, tenemos After de Ilia Belorukov, Harpakahylo, Patryk Lichota y Kim Nasung, y Premier Angle de Jean-Philippe Gross y Jean-Luc Guionnet, que operan juntos bajo el nombre de Angle. Artistas, todos ellos, que eran absolutamente desconocidos para mi.
Música que excede las fronteras de lo que la mayoría de la humanidad entiende por este concepto, riesgo y libertad creativa envueltos en artworks que rezuman buen gusto. Esto es lo que nos ofrece Nueni Recs. y usted no debería perdérselo.
Hoy nos toca agradecer a Héctor Rey, la persona que da vida a Nueni, que haya dedicado su tiempo a contestar generosamente a nuestras preguntas. Aquí se las dejamos.

Cuéntanos un recuerdo musical de la infancia o adolescencia.
El miedo a la pirotecnia y en general a las explosiones y estallidos repentinos, que nunca he conseguido superar del todo; escuchar e imitar sonidos de animales para intentar comunicarme con ellos en el bosque; las cintas de La Pasión Según San Mateo de J. S. Bach, valses de Chopin, Juan Luis Guerra o Los Panchos en el coche de mis padres; la gran cantidad de vinilos de artistas como Bob Dylan, Leonard Cohen, Georges Moustaki, Jacques Brel, Georges Brassens, Dave Brubeck o Chet Baker de mis padres que fueron al camión de la basura por un despiste del conserje del edificio donde vivíamos; jazz en la radio por las tardes, al salir del conservatorio; mis primeros conciertos como solista; la primera vez que toqué en una orquesta sinfónica.

¿Cuál fue el primer disco que compraste?
Este es el tipo de preguntas que hay que contestar diciendo que me compré algo muy kvlt de los años 90 ¿no? Sinceramente, no me acuerdo, aunque tengo el recuerdo de ahorrar todo lo que podía para comprarme discos. En mi casa los Reyes Magos tenían la costumbre de traerme CDs, y los primeros que me regalaron fueron compilaciones de Benny Goodman, Nina Simeone y Mahalia Jackson. También un año me regalaron el BOOM 8! Más tarde, sobre los 12 o 13 años, descubrí el hardcore punk y en esa época sí que recuerdo comprarme la discografía completa de Minor Threat en una distribuidora que había en mi ciudad.

Foto de Igor Termenón
¿Qué motivaciones, influencias e inspiraciones reconoces en Nueni Recs.?
Las mayores motivaciones e inspiraciones son los y las artistas que me gustan y cuyos trabajos he tenido la suerte de difundir, un privilegio que me gustaría mantener por mucho tiempo. Supongo que en mi adolescencia la cultura autogestionaria con el hardcore punk, los fanzines y la autoedición en general sembró la semilla para luego crear una plataforma de publicación musical.

¿Cómo surgió la idea de crear el sello?, ¿en algún momento pensaste en lo difícil que es vender discos hoy en día?
La idea de crear Nueni surgió a finales de 2011 sin ninguna razón concreta más que construir una plataforma con la que dar oportunidades a artistas que trabajan en el campo de la música improvisada y de la tradición compositiva experimental en un sentido amplio. Desde el comienzo se ha regulado en base a tres principios básicos: por un lado, una línea editorial por la que quedan excluidas propuestas ambient, drone o que incluyan grabaciones de campo; por otro lado, la decisión de no publicar mi música en mi propio sello; en tercer lugar, ser fiel a mi gusto y mi criterio.
Respecto a la venta de discos, si bien lo ideal es que la música llegue al máximo posible de gente interesada y así poder cerrar el ciclo manteniendo un flujo de ediciones sin pérdidas, en esta música no hay que preocuparse demasiado por ello ni crearse falsas expectativas o dejar que condicione el futuro del sello.



¿A qué clase de persona se le ocurre crearlo?
Yo creo que a alguien bastante normal como yo. Te tiene que gustar la música en general, creer en lo que haces y tomártelo en serio. Has de amarla lo suficiente como para sacrificarte por ella e intentar darlo todo en diferentes frentes. Desgraciadamente, en este rincón del espectro musical a mucha gente le gusta participar, experimentar, improvisar o ir a conciertos por el mero hecho de tener una experiencia, restándole importancia a la percepción estética musical. Pero cuando se trata de investigar, profundizar, preocuparse por lo que hacen los y las demás, sentarse a escuchar un disco de principio a fin... la cosa cambia.

¿Por qué se llama Nueni Recs.?
Porque Nueni me parece una palabra divertida y bonita, me gusta su sonoridad.

Tres ediciones en tres años, ¿te gusta trabajar a tu ritmo o no encuentras propuestas que te seduzcan?, ¿le echas muchas horas de trabajo al sello?
 by Elena Aitzkoa
Cuando una determinada publicación está acordada y empieza el proceso de producción, tienes que ser consciente de que estás tratando el trabajo de otras personas y por lo tanto tienes una responsabilidad que pasa, entre otras cosas, por acordar los tiempos. Pero la frecuencia de publicación es marcada por mí, fundamentalmente porque yo soy quien planea las futuras ediciones y se interesa por artistas específicos. El periodo de tiempo que rodea a la salida de un nuevo disco siempre es más ajetreado, pero en general llevar un sello discográfico (por muy de andar por casa que sea) implica tareas de edición, distribución, difusión, diseño e imagen visual, identidad sonora, etc., además de los requerimientos específicos de cada producto, las responsabilidades indirectas para promocionar tu plataforma y todas las propuestas que te puedan ir surgiendo como acudir a los conciertos de los artistas a quienes has publicado, conceder entrevistas, etc. A ello se le añade el trabajo diario de comisariado, planificación de material futuro, estar al corriente del material de otros sellos, del trabajo de los y las artistas que te interesan y plantearte constantemente qué puedes hacer para mejorar.

¿Te reporta algún beneficio económico?
No. Para un sello joven y que edita en CD como Nueni, sólo el hecho de no perder dinero para poder seguir existiendo y publicando música es ya un triunfo.

¿Cuáles son las satisfacciones que da?
La principal satisfacción es trabajar por los demás. Dedicar tu tiempo e invertir tu dinero en brindar la posibilidad a otros y otras artistas de que sus trabajos, en los que has puesto tu confianza, puedan ver la luz. Poner tu grano de arena para que las músicas que consideras que merecen ser escuchadas estén al alcance del público y hacerlo de una manera creativa, arriesgada y, en el mejor de los casos, con tu propia personalidad editorial.

¿Has sufrido decepciones?
De momento no. Supongo que la decepción va en función de qué y de parte de quién esperas algo. Afortunadamente hay gente que ama la música y me da fuerza y medios para seguir haciendo lo que hago. Pero cuanto más pequeño es el ámbito en el que te mueves, más consciente eres de qué puedes esperar. Sí te puedo decir que me gustaría que la situación de estas prácticas fuera un poco más saludable a nivel nacional, que se generara una cultura más especializada que formase un público más interesado y exigente al que no le den gato por liebre, pero no es algo que confíe que vaya a suceder a corto plazo.



¿Te gustaría ganarte la vida con esto?
Teniendo en cuenta las músicas que se publican en Nueni, esta pregunta está fuera de juego. Es algo que nunca he contemplado. No, no me gustaría y creo que sería un indicativo de que algo no va bien.

¿Qué tiene la música para ti, para que le dediques tu esfuerzo, tu tiempo?
Es la actividad, junto a las artes plásticas, a la que más años he dedicado. Comencé a estudiar música a los seis años y desde entonces es algo que he mantenido de muy diferentes maneras y sin lo cual no imagino mi vida.

Foto de Guillaume Greff 
¿Te gustaría que la repercusión del sello fuese mayor, o estás más cómodo así?
Me gustaría que la repercusión siguiera siendo la necesaria como para poder seguir adelante. Todo lo que vaya más allá de ahí, será o no será bienvenido en función de las circunstancias y las consecuencias que las decisiones puedan tener. Esta es una música muy minoritaria y por lo tanto no cabe esperar una acogida que no sea proporcional a ello, pero por otra parte a mí lo que me interesa por encima de todo es la música y no pongo más valor a las cosas porque sean 'underground'. Es cierto que hay algunos sellos de músicas improvisadas y experimentales que son bastante solventes gracias a haber encontrado un filón sobre el que han construido su nicho de oportunidad, poniendo en compromiso su identidad. Es una postura que no me interesa, yo sólo me preocupo de poder seguir adelante y que aquello que publico llegue a oídos que valoren y disfruten con estas músicas, sin olvidar la posibilidad de abrir nuevos horizontes a aquellos aún no experimentados.

Como consumidor de música, ¿cuál es el formato físico que más te llena?. Por lo que he visto, las ediciones de Nueni hasta ahora han sido en CD, ¿qué razones te llevan a editar en CD?, ¿hasta que punto el formato es importante para ti?
No hay un formato físico que me interese más. Eso va en función de factores como el tipo de propuesta musical, la naturaleza física de sus sonidos, el entorno hacia el que va dirigido, su potencial difusión y las posibilidades de inversión en la producción, entre otros. Hace poco recibí un trabajo muy bonito de tuba y contrabajo que hubiera tenido sentido publicar en LP, tanto por la estructura de la música en sí como por la partitura de la pieza. El formato es el último paso por el que el proceso de registro se materializa físicamente, entroncando así con el trabajo de edición visual. Un proceso que no sólo imprime la música sino que la impregna con sus cualidades específicas que hay que tener en cuenta.
Si bien es cierto que hay varios sellos de estas músicas que editan en vinilo (lo cual, aunque requiere una inversión mayor, suele ser económicamente rentable dado el fetichismo que rodea a los discos de plástico), de momento yo me ciño a publicar en disco compacto por razones de logística, practicidad, presupuesto e infraestructura, aunque no descarto la posibilidad de editar en vinilo, cinta de audio o USB en el futuro.
El formato es importante para mí en función de la relación que guarda con la música que se publica. Durante un tiempo estuve organizando unas sesiones mensuales de audición de discos de músicas improvisadas y experimentales, haciendo hincapié en el disco como entidad con su desarrollo estructural y sus relaciones proporcionales entre los vectores musicales, una totalidad con sentido propio que requiere un tipo de atención que no siempre tenemos hoy en día al estar inmersos en una cultura de singles.



¿Tienes alguna exclusiva para darnos?, cuéntanos algo de los planes de futuro.
Dentro de poco sale el siguiente disco, un solo de Bryan Eubanks en CD titulado 'The Bornholmer Suite'.

¿A qué sello le hacemos la siguiente entrevista?
A Noplyn y a w.m.o/r.

Puedes saber mas de Nueni Recs. y comprar sus discos aquí.

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